Según la ley de inmigración de Estados Unidos, las personas que pueden solicitar asilo son aquellas que huyen de su país de origen por temor a persecución por: raza, religión, ideología política o asociación a un grupo social. Mientras que el refugio, se le concede a quien ha sido reasentado en el país a través del programa de reasentamiento del gobierno de Estados Unidos, causado por motivos de conflicto armado o catástrofes naturales.